El desierto marroquí es vasto y ofrece muchos destinos impresionantes para explorar. Ya sea que te seduzcan las majestuosas dunas de arena de Erg Chebbi o el encanto agreste del valle del Draa, cada lugar tiene su propio encanto único. No se pierda la emblemática Merzouga, donde la puesta de sol sahariana tiñe el cielo de dorado, o la eterna ciudadela de Ait Benhaddou, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO llena de esplendor histórico y arquitectónico.